Raíz2Enfermedad
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¿Qué hay detrás del principio Root2Disease?
Todo diente muerto (incluso tratado de raíz) está asociado a problemas de salud. Esto es así según el concepto Root2Disease, que desempeña un papel central en la odontología biológica. Más concretamente, se basa en el conocimiento de que los dientes endodonciados suelen conllevar riesgos para la salud. Incluso con el mayor cuidado durante el tratamiento del conducto radicular, es casi imposible conseguir un sellado del relleno radicular a prueba de bacterias. El diente está colonizado por bacterias patógenas, que descomponen el tejido y producen toxinas tóxicas. Éstas, a su vez, son capaces de inhibir enzimas vitales necesarias para la cadena respiratoria, por ejemplo.
La solución: hay que extraer los dientes endodonciados que causan problemas. Es la alternativa más saludable para la mayoría de los pacientes y puede mejorar significativamente la calidad de vida en un procedimiento menor.
Cómo la bioodontología
Detecta y elimina los campos de interferencia
Por tanto, los dientes tratados con conductos radiculares se consideran campos de interferencia según el principio Root2Disease. Pero, ¿cómo averigua el dentista si un diente es la raíz de una enfermedad?
El diagnóstico por rayos X es un método adecuado para detectar estos campos de interferencia. Aquí es donde el biodentista reconoce si se ha formado una inflamación alrededor de la raíz tratada. Además, se puede examinar en el laboratorio una pequeña muestra de tejido para detectar productos metabólicos finales de las bacterias que colonizan el diente. Por último, la llamada inyección de prueba con procaína es una medida diagnóstica para detectar campos de interferencia en el periodonto. Para ello, el dentista inyecta una pequeña cantidad de procaína en el diente sospechoso, tras lo cual se descompone enzimáticamente. Si el diente en cuestión es un campo de interferencia en el sentido del concepto Root2Disease, el paciente suele notar cambios en las molestias físicas asociadas a este campo de interferencia. Para aliviar los problemas de salud, normalmente sólo es posible extraer el diente muerto. Sin embargo, esta medida merece la pena para el paciente: suele verse recompensada por la liberación de los síntomas y una nueva actitud ante la vida.